La televisión necrófila

Publicado  lunes, 13 de diciembre de 2010

Ignacio Ramonet comienza su cuarto capítulo relatando tres ejemplos recientes de manipulación informativa llevada cabo por la televisión.

Caso 1. Scoop difundido por la televisión italiana el 5 de febrero de 1998

"Aquel día, Gianni Minolli, presentador del magazine Mixer, un programa semanal de información de la Rai-2, anunció la difusión de un documento de primer orden: la confesión del juez Sansovino, que reconocía haber falseado, con la complicidad de otros miembros del Tribunal Electoral, los resultados del referéndum de 1946, que permitió a Italia abolir la monarquía y constituirse como una república. Al final de la emisión, y cuando el país entero se había conmocionado, Minoli desveló la superchería: el juez era un actor, los documentos antiguos en blanco y negro habían sido rodados en un estudio con figurantes. En resumen, todo era falso, salvo la profunda emoción experimentada por millones de telespectadores. "Quisimos mostrar", concluía Gianni Minolli, "como puede manipularse la información televisada. Hay que aprender a desconfiar de la televisión y de las imágenes que se nos ofrecen".



Presentación del programa Mixer de la cadena italiana Rai-2

Ramonet, I. 1998a: 71

Caso 2. Fosas Timisoara (Rumania) 1990.



Fotografías de la revolución de Timisoara

"Una lección moral era necesaria después de la revelación, a finales de enero de 1990, de las imágenes atroces de las fosas de Timisoara (Rumania), que resultaron ser un montaje en el que los cadáveres alineados bajo los sudarios no eran víctimas de las masacres del día 17 de diciembre, sino cuerpos desenterrados del cementerio de los pobres y ofrecidos de forma complaciente a la necrofilia de la televisión"

Ramonet, I. 1998a: 72

A partir de la transmisión a todo el mundo de las imágenes de Rumanía, cuya autenticidad no fue verificada por ningún medio de comunicación, se llegó a concebir una acción de guerra.


A nivel Internacional, Rumanía era un país cerrado y secreto. Los periodistas que cubrieron el acontecimiento se encontraron con que tenían que explicar lo que pasaba a millones de personas y, comenzaron a hacer suyos los rumores y mitos políticos.

La clave del conflicto rumano fue su relación con dos elementos:
  • MITOS: La CONSPIRACIÓN (hombres de la Securitate horribles), el SUBTERRÁNEO ("papel siempre esencial en el sistema de leyendas simbólicas de las conspiración") y el MONSTRUO (país Drácula, fácil asociación Ceaucescu-Vampiro/satanás)
  • ANALOGÍA: asimilación comunismo-nazismo (periodistas miedo a que el comunismo acabara su recorrido histórico sin imágenes simbólicas de naturaleza cruel. No podía acabar felizmente (imágenes festivas Berlín, checos felices...). Hacía falta imágenes trágicas. Esto hizo aceptar como verdaderas las imágenes de Timisoara.

Estas imágenes eran necesarias "Cerraban la guerra fría y condenaban para siempre al comunismo en la mente de los hombres, como las imágenes de los campos de exterminio condenaro al nazismo en 1945". "Aunque mentirosas, estas imágenes eran verdaderamente lógicas. Y venían a ratificar la función de la televisión en un mundo en el que se tiende a remplazar a la realidad por su puesta en escena".

Ramonet, I. 1998a:81

Estos mitos y esta analogía articulan todo el discurso de los media sobre la "revolución rumana"

Hoy, la información televisada está concebida para el divertimento (espectáculo), nutrido de sangre, violencia y muerte (NECROFILIA TELEVISIVA). Las televisiones, vícitimas de una competencia desenfrenada, se encuentran con la necesidad de buscar lo sensacional a cualquier precio para poder ser el primero en el terreno. Este ritmo frenético impuesto por la televisión, arrastra a la prensa y la impulsa al sensacionalismo.

El poder político no es ajeno a esta perversión necrófila de la televisión, ni a sus efectos sobre los espectadores. En un conflicto armado, siempre se produce un control estricto de las cámaras.

Caso 3. Invasión Norteamericana en Panamá

Tuvo lugar a finales de los años 80 y, pese a que hubo un mayor número de muertos, nunca nadie habló de "genocidio panameño" o de "fosas". Los americanos no permitieron filmar (Una guerra invisible no impresiona)


Documental invasión Norteamericana en Panamá

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